Poemas de Estradiol

Mi hogar susurra un silencio helado. Mi presencia se desvanece; oigo susurros de soledad. Las sombras me cuentan una historia sin palabras. Cuando llegues y encuentres la cama vacía, la ausencia será palpable. 

Mi cuerpo vive un segundo, mi esencia es eterna. ¿Qué hallas en mí? En el fluir entre el instante y la eternidad, mi alma encuentra su morada. Cada paso que doy es una danza entre lo finito y lo infinito. Melodía eterna, solo oída un instante.

  ¿Bajo el manto de estradiol danza la esencia femenina? ¿La progesterona teje en el cuerpo su melodía divina? ¿Solo con bloqueadores de testosterona, el equilibrio se entrelaza, transformando caminos, donde nuevas armonías se sintonizan? En el viaje del ser, las hormonas no son un único sendero y no definen la naturaleza de un corazón transexual. La identidad florece; ser trans es un camino diverso, sin fronteras. A veces no se requieren hormonas, solo autenticidad. 

Que este poema sea un rayo de luz, iluminando tu día, brindándote paz. Es un pedacito de mi ser, dedicado a vos con gusto de escribirte y ofrecerme. Mis versos expresan sinceros sentimientos, palabras que danzan como hojas al viento. En cada estrofa, una verdad se teje, un conjuro de emociones, un regalo que tu corazón recoge en sueños.

Bajo el cielo quieto, mi mañana suspendida, tu ausencia se cuela, cual sombra inesperada. En mi boca, el amargor del descuido persiste, una encomienda estropeada, que revela nuestro escaso compromiso.

Surco aguas cálidas, danza el vapor a mi alrededor. En las burbujas yace un misterio, un remanso de calma donde el tiempo desvanece su lógica. Abrazo ardiente, celestial, y sueños templados. En el susurro del calor y el roce de nuestras formas, mi piel transpira tu nombre. 

Bajo una luna de pasión, entre sábanas resguardamos besos y versos, cálidos y dulces, como tus labios serenos del Pacífico. Tu sol naciente descansa tibio y manso en mi oeste, mi deseo por ti no envejece.

Sueños rotos, desilusión, cruel desencanto, triste canción. El alma, frágil, busca respuestas, en el silencio, se pierde la certeza. Espejismos de ilusiones que deslumbran las sombras del corazón.

Los abrazos invisibles, los besos imperceptibles, las miradas etéreas, no consuelan mi alma transparente.