Poemas de Estradiol

Prefiero no escribir más y que mi deseo se calme. Prefiero la quietud y que mis ganas desaparezcan. Que no sepas de mi; Mis sentimientos expuestos.  Alma abierta.  La vulnerable, la sincera.

Entre tus brazos, Me protejo. Entre tus manos, Me mezo. En tu sonrisa, Vivo. Por tu pecho, Me paseo. En tu ombligo, Me sosiego. En tus besos, Vivo. En tu fuego, Vivo. En silencio, Muero. Nadie, nos ve. Ausentes testigos.

 Flores en el camino. Luces cálidas y aromas felices; Siesta de litoral.  Plantas en las paredes. Sombra de verano y cantar de pájaros; Silueta de mujer. Tu nombre en mi boca; Selva solitaria.

  Así como lo fue mi cuerpo; Tuyas, mis lágrimas lo son ahora.  Codo a codo.  Juntos en la lucha.  Así como lo fue mi cuerpo; Tuyas, mis luchas lo son ahora.

De los trabajadores. De las grandes masas. De obreros con manos ásperas; Banderas valientes.  La revolución como semilla, sembrada en sus camas, impregna su cotidiano y me invitan a ser menos monstruo, más visible y deseada.  Al fin mujer. 

Hoy, visito tu casa. Hoy, invado tu cama. En la puerta, los perros ladran. Miradas cómplices. Almuerzo, caricias y siesta. Hoy, visito tu alma.

Sé donde están los hombres que busco.  Sé como viven y sus mañas.  Sé el daño que puede causarme visitar sus espacios. Lastimada quedé de una herida que me recuerdan el fuego en mí. Los espero, les hablo y acaricio.  Ellos preguntan, yo respondo.  Sé las inseguridades de los hombres que me buscan lastimada

Una polilla me acompaña,  en la pared de mi habitación, quieta. El único avistamiento en mi techo. Pequeña y sola, vuela bajo,  lastimada. Quién contestara a su llamada? 

Poco sufren los amantes,  mucho mi corazón.  Las contradicciones y la oscuridad son mis amigas.  Poco sufren tus almohadas y tus sabanas,  mucho mi alma.  No tengas miedo a mostrar tu corazón,  amigo de la noche.  Amante en la oscuridad

Sí, a tu cuerpo en mi cuerpo.  Sí, a tu mente, en mí mente. Si tus ganas son mis ganas.  Tus labios y mis labios: Flor encendida, entraña viva.