Este cuanto fue escrito por mi a mis 16 años, lo encontré buscando otras cosas, como suele suceder en la vida. Se puede decir q esta en desarrollo, no fue terminado y no me gustaría comprometerme a darle un final. No me interesa. *** Una vez viuda, sentí la necesidad de volver a tener a alguien más en mi cama. Ese día, en la mañana, lo vi, vestido de blanco y parecía que el tiempo, de forma burlona, lo transformaba cada vez más en el reflejo de su padre, una sombra desdibujada del ser que él siempre odió. Un día coincidimos y, casi como si supiera que lo buscaba, me invitó a un bar por un café. Terminamos en la cama y hacía el amor como en mis fantasías: dulce, tierno, animal, pero siempre a escondidas, en la oscuridad y sin besos, el peor horror. Siempre vestía de blanco, virgen de labios; me reía sola pensando que era virgen de besos, me gustaba pensar eso. Yo siempre de negro, viejo, gastado. Pocos besos, muchos encuentros y
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