Presencia

Esa noche era mi turno.Sentí una leve presión en mis brazos. Me estaba tomando de ellos. Abrí mis ojos y lo vi, borroso. Sobre mí, sobre mi cuerpo, Sintiendo su peso en mi cintura. Me observaba de cerca, tanto que pude ver en sus ojos mi muerte. Era él. Cuidaba de mí, no estaba sola. Azufre, tridente y cuernos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Ausencia

Complicada

Campo fertil