Destructiva y arrolladora

Tu arte se interpone en mi destino

y tus versos queman mis pupilas.

Espíe en tu cuaderno, vi tus dibujos, me hundí en tus pensamientos.

Desperté con sed de sangre. 

Destructiva y arrolladora.

Un fuego latente, una frustración en el pecho.

Mi venganza de amor incluye

besos de seda, manos de artista, paseos por tus zonas mas sensibles y fuerza obrera. 

Hay poemas que están escritos con tinta de tus mismos versos.

Los respondo, te invoco y solo hay silencio.

Morir de amor, elección preferida,

ante tu fría indiferencia.

Entendí que la validación de mis compañeras me hace más fuerte que dormir entre tus suaves sábanas cobardes. 

No es culpa tuya que hoy despertara con sed sangre. 

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